Cuando hablamos de las Cumbres del Mercosur por lo general se pone de relevancia el encuentro de Presidentas y Presidentes de los países que lo integran y de los países asociados que habitualmente participan. La confluencia de figuras presidenciales tan destacadas genera la puesta de foco en sus presencias protagónicas. Sin embargo, estas reuniones que se realizan cada seis meses de manera alternada en cada país constituyen ámbitos de expresión polifacética de los diversos actores de la integración mercosuriana, muchos de los cuales poco se conocen y difunden. 

La "cocina" del Mercosur es el Consejo del Mercado Común (CMC), órgano político integrado por los Ministros de Relaciones Exteriores y de Economía de los estados parte. Es el ámbito principal de las negociaciones entre los miembros del bloque regional, aunque sus deliberaciones y decisiones generalmente son fruto de un proceso en el que participan organismos técnicos. En mi opinión, si bien el aporte de los organismos técnicos no deja de ser importante  adolece muchas veces de la necesaria perspectiva política que resuelta imprescindible en el proceso de integración, por lo que son los Ministros y, muy a menudo los propios Presidentes y Presidentas quienes terminan configurando las decisiones definitivas. 

Los Grupos de Trabajos del Mercosur, especializados en diversas temáticas de la integración regional, realizan la tarea previa que desemboca en cada Cumbre. Hay 250 grupos de trabajo actualmente y entre ellos se tocan temáticas de lo más diversas que van desde las cuestiones arancelarias hasta las cuestiones relativas a la cultura, el desarrollo social y la cuestión indígena, por citar algunos ejemplos.

En paralelo a las reuniones del Consejo del Mercado Común y de los grupos de trabajo se desarrollan dos encuentros de gran trascendencia económica y social: el Foro Consultivo Económico-Social del MERCOSUR (FCES), que es el órgano de representación de los sectores económicos y sociales de los Estados partes del MERCOSUR, e integra su estructura institucional, de acuerdo a lo establecido por el Protocolo de Ouro Preto; y el Foro Empresarial del Mercosur, ámbito en el que representantes empresariales de los estados miembros analizan las temáticas relativas al comercio intraregional. 

Por otra parte, en las Cumbres se expresan los distintos organismos del Mercosur como son el Parlamento de Mercosur (Parlasur), el Instituto de Derechos Humanos del Mercosur, el Instituto de Políticas Públicas de Derechos Humanos de Mercosur, el Alto Representante General de Mercosur, por citar algunos de los más importantes. 

Estas Cumbres periódicas tienen un valor fundamental: generan los ámbitos de encuentro necesarios para dar una discusión profunda de las temáticas de la integración regional, base imprescindible para la toma de decisiones que hagan que la integración sirva a nuestros pueblos y a los ciudadanos de Mercosur, tema que desarrollaré en otro artículo 

El contexto político y social de la Cumbre de Caracas 

Esta Cumbre coincide con dos hechos importantes en la vida política y social del país: se conmemoran los 60 años del natalicio de Hugo Chávez, Presidente y Comandante de la Revolución Bolivariana, y se realiza por estos días el III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fuerza política chavista que se encuentra en un proceso profundo de análisis del presente y futuro del chavismo y su gobierno, de cara a superar los desafíos de una compleja situación económica y dificultades en la gestión estatal. Sin lugar a dudas se percibe el impacto de la temprana muerte de Hugo Chávez y las dificultades de la actual dirigencia chavista para llenar el vacío dejado por un líder que marco una irremplazable impronta de conducción política, económica y social.