8 de Noviembre de 2016 | Congreso de la Nación

Un proyecto que pone límite al endeudamiento externo


Lo presentó el diputado Guillermo Carmona junto a 16 legisladores del bloque FPV - PJ, en el marco de la discusión por el acelerado endeudamiento externo que el oficialismo llevó adelante en estos meses y de lo previsto para el presupuesto 2017.

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En el contexto del tratamiento del presupuesto 2017 que se dio recientemente en la Cámara de Diputados de la Nación, el diputado Guillermo Carmona dio a conocer un proyecto de ley recientemente presentado a la Cámara Baja, que busca fijar límites para el endeudamiento del Estado para contribuir a una administración más eficiente del Sistema de Crédito Público. La iniciativa se hace lugar en un clima de alarma respecto del altísimo volumen de deuda tomada por el país en los últimos meses y la proyectada para el año próximo, que se ha expresado en diferentes medios especializados nacionales e internacionales. 

Carmona comentó anoche en una transmisión en vivo por la red social Facebook que su voto negativo al presupuesto tenía como una de sus principales causas el endeudamiento público que la pauta fiscal prevé para el año próximo. “Este año la Argentina ha contraído más de 50.000 millones de dólares de endeudamiento público del cual una buena parte es externo, esto sumado a los 30.000 millones de dólares que contempla el presupuesto 2017, implican una situación de escalada del endeudamiento que generan incógnitas y dudas sobre el futuro y la sustentabilidad del país”. (https://www.facebook.com/grcarmon/videos/1259330557421812/).

En los fundamentos del proyecto se advierte con gran preocupación que el total de la deuda emitida y registrada en el Boletín Oficial alcanzó en lo que va del año los 50.000 millones de dólares (49.558.471.531,91 dólares, 2.500 millones de euros y 321.276.425.420 pesos, según el cálculo de la Agencia DYN). Esto representa un grave retroceso respecto del nivel de desendeudamiento que esforzadamente logró el país durante la última década, y una luz roja respecto de los desequilibrios que puede acarrear a nuestra economía, considerando los nefastos antecedentes del endeudamiento descontrolado que se inició durante la última dictadura militar y culminó con la crisis del 2001.
  
La iniciativa busca modificar la Ley de Responsabilidad Fiscal 25917, en su artículo 21 para reducir la relación de la deuda pública total y el producto bruto interno hasta alcanzar el 30% del mismo -en los valores actuales se encuentra en el 38%-. Una vez conseguido este nivel de endeudamiento público no podrá superar este límite. A su vez, la relación de la deuda externa respecto al producto bruto que se encuentra actualmente en el 27%, deberá reducirse hasta alcanzar el 20% del mismo. De la misma forma, una vez logrado el 20% no podrá superar este límite. Además promueve la necesaria participación del Congreso Nacional en temas de deuda pública, cuya orientación y gestión son asuntos estratégicos para el desarrollo del país. 

El proyecto cuenta con las firmas de los diputados Carlos Heller, Juan Manuel Pedrini, Analuz Carol, Analía Rach Quiroga, Carlos Castagneto, José Alberto Ciampini, Eduardo Seminara, Luis Bardeggia, Sandra Mendoza, Lautaro Gervasoni, Luis Basterra, Alejandro Abraham, Adrián Grana, Alicia Soraire, Julio Solanas y Juan Manuel Pereyra. 

Endeudamiento y desendeudamiento público: historia reciente

Desde mediados de la década de 70 del siglo pasado, nuestro país comenzó un ciclo de endeudamiento internacional que finalizó con las crisis del 2001. Previo al colapso que significó entrar en default, tanto público como privado, nuestro país atravesó distintos procesos de reestructuración (planes: Baker, Brady, Blindaje y Megacanje) que en vez de aligerar la deuda a las arcas públicas, aumentaban la presión sobre las mismas.

En 2002 la deuda, en moneda extranjera representaba más del ciento cuarenta por ciento (140%) de su PBI.
El 14 de enero de 2005 se lanzó oficialmente la operación de canje de la deuda en default. El proceso de reestructuración de la deuda externa fue largo y complejo para quienes decidieron ingresar en el canje. Argentina ofreció un descuento importante sobre sus obligaciones (aproximadamente el 70 %) y finalmente lo colocó en un 76 % (esta oferta no incluyó el FMI y otros organismos internacionales, con quienes el país ya ha cumplido sus deudas). En diciembre de 2005, el presidente Néstor Kirchner decidió liquidar la deuda argentina con el FMI en un solo pago, sin nueva financiación, por un total de 9810 millones de dólares. Las reservas internacionales alcanzaron un valor de 28.000 millones de dólares en el año 2006. 

El 15 de abril de 2010, el Gobierno de Cristina Fernández lanzó un nuevo canje de deuda, con una quita del 66.3 %. Se logró que el país abonara 10.500 millones de dólares en lugar de los 20 000 millones que se adeudaban y en mayo del 2014 se acordó con el Club de París abonar 9700 millones de dólares que estaban en default desde 2001.
Según datos del FMI, Argentina experimentó en la última década una reducción del 73% de su deuda externa respecto al PIB (producto bruto interno). Resultó ser el país con mayor nivel de desendeudamiento en todo el mundo, destacando también el ritmo del crecimiento del producto bruto interno.

Con el objeto de evitar que nuestro país vuelva a vivir situaciones similares de crisis como las mencionadas, se hace fundamental contar con criterios que pongan un marco al endeudamiento externo, que permitan no sólo su repago, sino simultáneamente el crecimiento del país y el desarrollo de sus habitantes. Para ello es necesario que la previsibilidad de pago sea decreciente en el largo plazo, y que el Presidente que sucede a otro, se encuentre con un perfil de deuda mejor del que recibió el anterior, como sucedió en la última década.
Los controles al endeudamiento que han adoptado los países latinoamericanos son una muestra de la conciencia en fomentar un manejo responsable del endeudamiento a fin de minimizar los efectos económicos adversos.  Varios países imponen restricciones al endeudamiento utilizando indicadores que miden su capacidad de pago y su nivel de endeudamiento.

Tomar deuda no es un problema en sí mismo, sí lo es el sobre endeudamiento que aparece cuando no existe una adecuada planificación y análisis de la misma. Para evitarlo, es indispensable contar con estrategias de gestión que promuevan su disminución y equilibrada gestión en el transcurso del tiempo, entre ellas, el equilibrio presupuestario, los límites para alcanzar la sostenibilidad en el largo plazo, la ampliación del plazo medio de vencimiento, la reducción gradual pero constante de los niveles del endeudamiento, la medición de riesgos frente a cambios bruscos y negativos en los mercados y las turbulencias financieras; y evitar que el saldo de la deuda se incremente a una tasa superior a la variación de los ingresos totales.