Durante décadas el ucerreismo de la provincia insistió con la necesidad de que Uspallata y Alta Montaña sean un nuevo departamento.
Caminaron el
pueblo elección tras elección proponiendo ese sueño, a tal punto que el
exgobernador Cornejo, cuando visito la localidad siendo candidato, lo
comprometió para el caso que fuera electo gobernador.
Fundamentos
no faltan: las distancias a la cabecera departamental; las diferencias
geográficas, culturales, de oportunidades de desarrollo; el tremendo abandono
en que se encuentra toda la zona, entre otras.
El
ucerreismo-Pro logró ganar Las Heras y la provincia, y ese mismo día olvido lo
prometido durante décadas. No hay registro de que Cornejo o las autoridades
municipales volviera a mencionar el tema.
Las crisis
en la montaña se repiten. El gobierno provincial llega siempre tarde porque la
mayoría de las crisis son por ausencia de gobierno, por falta de comprender la
dinámica de la zona. La decadencia actual de la Alta Montaña solo puede
explicarse por la ausencia de gobierno, de toma de decisiones estratégicas, la
falta de conocimiento de la idiosincrasia local de parte de los decisores
políticos.
Hoy más que
nunca resulta imperioso que la legislatura provincial reconozca el derecho al
gobierno local de esta comunidad de montaña, tan diferente al llano, e impulse
la creación del departamento de Alta Montaña. Otras localidades de Mendoza
tienen la misma necesidad y desde hace muchos años han planteado la aspiración
de gozar de autonomía municipal. Deberíamos avanzar en el mismo sentido con
esos pueblos.
Algunos pueden pensar que es inviable y alegar razones
presupuestarias. Es importante destacar que la viabilidad está dada por lo que
la propia Constitución de Mendoza prevé respecto de la creación de nuevos
municipios y que no se trata de aumentar el gasto público sino de hacer un uso
más eficiente y equitativo de los recursos destinados a la gestión local.
Para esto
solo se necesita voluntad política, no es necesario reformar la Constitución.
Es solo una ley con mayoría especial lo que se necesita. El artículo 208 reza:
"La Legislatura de la Provincia podrá aumentar el número de
municipalidades, subdividiendo los departamentos, cuando así lo requieran las
necesidades de la población, con el voto de la mayoría absoluta de los miembros
que componen cada Cámara; pero en ningún caso podrá disminuir el número de
departamento existentes al promulgarse esta Constitución". Clarito.
El gobierno
ni siquiera incluyó este tema en su propuesta de reforma constitucional. En el
proyecto de ley de reforma introdujeron un mezquino artículo que dice:
"Instituir un régimen municipal autónomo, reglando su alcance y contenido
en el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero". Nada indica que piensen en una reforma ambiciosa que
contemple la creación de nuevos municipios en la provincia.
Tampoco la
alianza UCR -PRO usó los mecanismos que prevé la Constitución provincial y la
ley orgánica de municipios. Ni siquiera impulsaron la creación de Comisiones
Municipales como las contempladas en el artículo 200 inciso 4 de la
Constitución provincial y en el artículo 106 de la Ley 1079, lo que al menos
hubiera implicado un mínimo gesto para honrar lo comprometido.
Ante la
falta de cumplimiento de la palabra empeñada por el oficialismo mendocino, el
peronismo de Mendoza debe tomar como propias estas reivindicaciones de los
pueblos de la provincia que aspiran a la autonomía y tomar la iniciativa. Es la
forma de que recuperemos a la democracia como gobierno del pueblo, por el
pueblo y para el pueblo.