Texto de la declaración firmada por Guillermo Carmona y otros Diputados Nacionales del FPV.

Frente a los intentos de grupos corporativos, especulativos y mediáticos, que buscan  desestabilizar al legítimo gobierno  de la  República Bolivariana de Venezuela, los Diputados de Nación Argentina abajo firmantes,  declaramos:

• Manifestar, frente a las acciones de  sabotaje y conspiración en marcha,  nuestro decidido apoyo a las instituciones democráticas y a las autoridades constitucionales surgidas de la voluntad popular,  por considerar que los problemas que atañen a la democracia de un país hermano afectan a toda la región.

• Expresar nuestra preocupación y repudio por los hechos de violencia, esperando que la justicia sancione a los responsables intelectuales y materiales de esas  conductas  que atentan contra los derechos humanos y el orden institucional.

• Trasmitir nuestra solidaridad a los familiares de las  víctimas de estas sombrías  jornadas de intolerancia, instando a la dirigencia a deponer toda actitud de violencia. El diálogo y el respeto  deben ser los caminos para  resolver, con responsabilidad, la conflictiva situación existente  con el excluyente objetivo de restaurar  la paz social.

• Sugerir  a los  organismos latinoamericanos de  integración regional, si así  lo estiman conveniente,  que en uso de sus facultades constitutivas y en  defensa del orden democrático,   colaboren activamente en la solución de  la crisis que atraviesa la   República Bolivariana de Venezuela. 

La República Argentina promueve el diálogo y la paz y sostiene, entre sus más altos principios, como lo hacen todos los pueblos y gobiernos de América Latina,  el respeto por la voluntad popular  y la legitimidad de los gobiernos surgidos de su seno.  Es por  ello  que  consideramos un gesto fundamental  expresar, como diputados de la nación, nuestra solidaridad con el pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en momentos en que estos principios se ven seriamente amenazados,  con la esperanza de  que nunca más  otros países de América Latina sufran el acoso a sus instituciones democráticas.

                                                         Ciudad de Buenos Aires, 14 de febrero de 2014