Hay reacciones del gobierno
británico y de su ilegal gobierno satélite en Malvinas que resultan
incomprensibles. En este caso han expresado su rechazo frente a nuestra
iniciativa legislativa, trabajada por más de una año en el Congreso Nacional,
que implica el efectivo ejercicio de soberanÃa sobre el Mar Argentino y el
cumplimiento de la normativa internacional en la materia. Estas desacomodadas
protestas británicas nos generan orgullo y tranquilidad de conciencia porque
desde el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo estamos haciendo lo que hay que
hacer: ejercer soberanÃa sobre lo que le pertenece al pueblo argentino con
pleno respeto del derecho internacional.
Hace poco más de una semana, la
Presidenta Cristina Fernández de Kirchner dictaba el Decreto 1058/2013 que promulga
la Ley Nº 26.875, de la que somos autores. Por ella se crea el Ãrea Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood , una meseta
submarina situada entre las Islas Malvinas y la Isla de los Estados cuyo valor, en materia cientÃfica, pesquera y de conservación de la biodiversidad, exige una grado de protección especial
dado el alto nivel de riesgo
ambiental y depredación a la que se ve amenazada.
Esta iniciativa, que contó con el voto unánime en ambas Cámaras del Congreso de la Nación y que recibió además el apoyo del Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y de numerosas instituciones cientÃficas, académicas y de organizaciones de la sociedad civil, ha sido objetada por el gobierno británico y por las ilegales autoridades inglesas de Malvinas, en una inaceptable intención de limitar el ejercicio de un acto de soberanÃa argentina sobre su mar territorial.
Es llamativo, desde el punto de vista polÃtico y diplomático, que el rechazo británico a la inclusión del Banco Burdwood en el área marina protegida, coincida con el llamado que hizo la Presidenta de la Nación ante el pleno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde volvió a reclamar al Reino Unido que acepte dialogar sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, y donde instó nuevamente al Reino Unido a respetar la resolución 2065 de la ONU que obliga a los ingleses a sentarse a discutir la soberanÃa de las islas y espacios marÃtimos circundantes. Es evidente que se trata de una maniobra que pretende disimular e ignorar la denuncia realizada por la Argentina ante el foro multilateral y persistir en una anacrónica polÃtica colonial que encuentra cada vez más dificultades para ser justificada y sostenida ante la opinión pública mundial.
Desde el punto estrictamente
económico, el otorgamiento de licencias ilegÃtimas de alto valor comercial por parte de los británicos ha permitido
extraer cuantiosos y valiosos recursos
pesqueros del Mar Argentino, lo que ha atentado contra el equilibrio del ecosistema
pesquero e impedido a nuestro paÃs el legÃtimo aprovechamiento y la adecuada
gestión de los recursos naturales en esa zona del Atlántico Sur. Y esto es
justamente lo que viene a limitar y proteger la ley 26.875 de
Creación Ãrea Marina Protegida Namuncurá-Banco Burdwood.
El objetivo de la ley es conservar una zona de alta sensibilidad
ambiental y de importancia para la protección y gestión sostenible de la
biodiversidad de los fondos marinos; también promover el manejo sostenible, ambiental
y económico de los ecosistemas marinos bentónicos de nuestra plataforma a
través de un área demostrativa y facilitar la investigación cientÃfica
orientada a la aplicación del enfoque ecosistémico en la pesca y la mitigación
de los efectos del cambio global.
A su vez, como la norma promueve
la investigación cientÃfica, los ensayos de manejo y el monitoreo de las
variaciones relacionadas con el cambio climático global y el uso sustentable de los recursos
naturales, se propone un esquema de
zonificación que distingue un área
núcleo, un área de amortiguación y un área de transición.
En este sentido, para el diseño
de la propuesta del área protegida se ha utilizado un formato que refleja la
tendencia internacional en el sentido de realizar una zonificación que permite
compatibilizar la protección estricta de una parte sustantiva de ecosistema
bentónico, que la ley denomina "Zona Núcleo", un sector envolvente
donde se permitirÃan acciones relativas a la investigación cientÃfica, los
ensayos de manejo y el monitoreo de las variaciones en la estructura del
ecosistema relacionados con el Cambio Global, que llama "Zona de
Amortiguación" y un sector más amplio, que es oportuno hacer coincidir con
la Isobata de los 200 metros de profundidad, donde se podrÃan realizar
actividades productivas y extractivas, que llamamos "Zona de
Transición".
También hay que señalar que la norma
está orientada al cumplimiento de la
meta acordada en el marco de la Convención sobre Diversidad Biológica (CBD),
mediante la cual la República Argentina se
compromete a alcanzar en 2020 la protección del diez por ciento del mar.
En la actualidad, alrededor del uno por ciento de la superficie costero-marina
se encuentra protegida, y la creación de
esta nueva área marina protegida eleva la protección del Mar Argentino a más de un cuatro
porciento, ya que suma una zona de aproximadamente 34.000 km2 de alta
biodiversidad y vulnerabilidad a los cambios ambientales.
También rechazamos las objeciones británicas porque el área marÃtima protegida se encuentra
en el ámbito de la Zona Económica Exclusiva Argentina, en un todo de acuerdo
con lo establecido en el artÃculo 56 1a) y 1b) ii y iii, de la Convención de
las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, aprobada por ley 24.543. Tenemos
en consecuencia el derecho a fijar una polÃtica de explotación, investigación,
conservación de los recursos de nuestro
mar y de la plataforma continental
argentina.
Es necesario reiterar que el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte no está facultado para explotar
los recursos naturales en un territorio
que ocupa por la fuerza, tampoco tiene derecho a otorgar licencias o cuotas de captura en forma indiscriminada, permitir la
sobrepesca, no controlar ni informar
adecuadamente sobre las especies y volumen capturado arriesgando
irresponsablemente la sustentabilidad
del recurso.
Gran Bretaña sigue tomando
decisiones unilaterales que no ayudan a crear un clima adecuado de diálogo y
confianza mutua. Por el contrario mantiene y amplÃa la zona de exclusión pesquera avanzando sobre
la Antártida; concurre a la ONU a presentar los lÃmites de una ilegal plataforma continental que se superponen con la de nuestro paÃs;
promueve inconsultamente una
gigantesca reserva ecológica en torno
a las Georgias del Sur y Sándwich del
Sur, otorga ilegalmente licencias de
pesca por un término de 25 años entre otras provocaciones, sin contabilizar las
militares, hidrocarburÃferas, polÃticas y diplomáticas.
El pueblo y el gobierno
argentino, teniendo presente su interés prioritario en la conservación de los
recursos que se encuentran en su Zona Económica Exclusiva y en el área de alta
mar adyacente a ella, está facultado para adoptar, de conformidad con el
derecho internacional, todas las medidas que considere necesarias a tal fin.
En este sentido y teniendo en
cuenta que las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur forman parte
integrante del territorio argentino, manifestamos que en ellas no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado, comunidad
o entidad, de ningún derecho de jurisdicción marÃtima ni territorial. Por
consiguiente, tampoco reconoce ni reconocerá y considerará nula cualquier
actividad o medida que pudiera realizarse o adoptarse sin su consentimiento.
En consecuencia rechazamos categóricamente lo expresado por el ilegal gobierno británico de las Islas Malvinas que pretende desconocer la creación, por ley 26.875, del Ãrea Marina Protegida Namuncurá - Banco Burdwood, en un nuevo intento por vulnerar los derechos soberanos de la República Argentina en el Atlántico Sur.